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El corte de uñas es una de esas rutinas básicas para la salud y el mantenimiento estético de un perro que todo propietario debería ser capaz de hacer por si mismo.
Es cierto que esta tarea se puede encomendar a un profesional, pero dado que el ritmo de crecimiento de las uñas suele ser mayor que el habitual de visitas al veterinario o a la peluquería, no hay excusa para llevar a nuestro perro emulando las garras de un águila.
Las uñas largas, además de ser un signo de dejadez que habla muy poco en favor del dueño de un perro, pueden ser fuente de problemas diversos. Por un lado, un perro con las uñas muy largas pierde capacidad de movimiento, especialmente sobre terrenos muy duros.
Además, las uñas largas provocan una alteración en la mecánica normal de colocar los pies o manos y de utilizarlos en el movimiento, pudiendo degenerar en problemas, incluso, de deformación física real. Es habitual ver también como algunas uñas, especialmente la del quinto dedo, se deforman de tal manera que llegan a incardinarse, provocando mucho dolor y pudiendo ser un foco de infecciones.
Sólo los perros que hacen mucho ejercicio, de manera regular, especialmente corriendo sobre superficies duras, consiguen que sus uñas estén limadas a la perfección gracias a la acción de desgaste de estos elementos.
Por eso es tan importante aprender a cortar bien las uñas, poniendo un especial cuidado en las primeras veces que se haga, ya que si se produce alguna situación traumática, es fácil que el perro mantenga una fobia al corte de uñas durante toda su vida.
A pesar de todo, es fácil que la mayoría de los perros se muestren algo molestos con la rutina del corte de uñas, incluso en el caso de aquellos que nunca han sufrido daño alguno.
Las uñas son una parte extremadamente sensible, con terminaciones nerviosas y vasos sanguíneos que pueden convertirse en una pesadilla, tanto para el animal como para quien efectúa la operación.
Acostumbrar al perro
Es muy importante acostumbrar al perro desde las primeras semanas de vida a recibir todo tipo de manipulaciones, pero es especialmente importante hacerlo con respecto a manos y pies, para así ayudar en el proceso del corte. Para esto, aproveche cualquier ocasión para dar un masaje placentero a su perro, manipulando cada uno de los dedos y tocando las membranas interdigitales. Haga que estas sesiones se den en circunstancias placenteras y siempre termine reforzando la acción con algún premio, una caricia o un juego.
Por supuesto, no se nace sabiendo y es importante que las primeras veces que someta a su perro al corte de uñas intente que lo haga un profesional del que podrá aprender la técnica y los trucos más adecuados.
Una buena táctica, las primeras veces, es hacer el trabajo en distintas sesiones. No significa eso que tenga que hacer una pata por semana, pero si puede repartir el corte en dos días, haciendo una mano por la mañana y otra por la tarde y lo mismo al día siguiente con los pies. De esta manera estará minimizando el estrés y haciendo el proceso mucho más llevadero para el perro… y, claro está, no olvide nunca la acción positiva de un refuerzo, un premio, una golosina, lo que sea.
Si no es usted muy ducho en el «arte» de cortar las uñas, puede ser buena idea que se decante por una herramienta de tipo «guillotina» antes que por unas tijeras, ya que con la primera es más difícil pasarse en el corte y, por tanto, causar daño al perro.
Para que el corte de uñas sea, con el tiempo, un hecho rutinario, lo ideal sería hacerlo regularmente una vez a la semana o cada quince días. Así, además de fomentar la normalidad en la maniobra, evitará que las uñas crezcan mucho y no tendrá que cortar demasiado.
Herramientas necesarias
Para hacer bien cualquier cosa es muy importante contar con el material adecuado. Con el corte de uñas de los perros pasa exactamente igual. Por tanto necesitaremos:
– Utensilio de corte (tijeras, guillotina, tijeras de cachorro…)
– Cauterizador (en polvo o líquido, para cortar la sangre en caso de hemorragia)
– Lima (manual o mecánica, para redondear los bordes del corte y evitar posteriores arañazos)
– Golosinas (bueno, pues eso…)
La uña tiene dos partes fundamentales: la uña en si y la parte carnosa. La parte carnosa es fácil de ver en los perros con uñas claras. Es una zona rosada, más próxima a la base de la uña y al dedo. En esta zona es donde están las venitas y terminaciones nerviosas, por lo que es importante intentar no cortarla.
Una peculiaridad de esta parte carnosa es que si se mantienen las uñas siempre cortas la zona carnosa tenderá a retraerse, en tanto que si se dejan crecer, crecerá, dificultando por ello un posterior mantenimiento.
Así que, ya saben, vayan a su tienda de confianza y compren lo que necesiten. A partir de ahora no tienen excusa para pasear a un «aguilucho» al final de su correa.