Termina la Exposición Mundial Canina de Helsinki 2014, sin duda la exposición más importante del año a nivel internacional y que quedará en el recuerdo de todos los que han vivido estos tres días en la capital finlandesa.
Con más de 21000 perros esta Mundial ha sido la Exposición Canina más grande jamás organizada por un país de la FCI, tan sólo superada por algunas ediciones de la Exposición de Crufts.
Hasta el Recinto de Ferias de Helsinki han venido perros de todo el mundo, de los cinco continentes, con especial relevancia, por su número, para los ejemplares locales y los llegados de Rusia, sin duda la mayor potencia emergente en el mundo de la cinofilia y que ya anda preparando su Mundial de 2016 en Moscú.
Como no podía ser menos, los finlandeses han demostrado su experiencia y buen hacer en la organización de una Mundial tan grande celebrada en sólo tres días. Por algo son el país con el mayor número de perros de pura raza per cápita en el mundo y sus exposiciones caninas son siempre, además de multitudinarias, un ejemplo de buen hacer.
Todos los participantes en esta Mundial, independientemente de su calificación y resultado, se llevan para casa, entre otras cosas, el rapport con la opinión del juez, algo habitual en toda Escandinavia pero que ya resulta casi inaudito en nuestro país.
Conocer lo que el juez piensa de nuestro perro es, no sólo relevante, sino imprescindible, porque supone la mejor forma de aprender, aunque a veces algunos no quieran exponerse a tener que dejar por escrito lo que saben (sea mucho o poco) sobre dicha raza.
Horarios cumplidos, recinto amplio y limpio, un país y una ciudad fácil para estar con perros, aunque llegar hasta aquí no sea tan sencillo, en definitiva, una buena Mundial… buena, si, pero ¿brillante?
Faltó ángel
En todo el mundo se ha podido seguir, a lo largo de los tres días de Exposición, el desarrollo de las finales, grupos, e incluso de las competiciones de obediencia, agility, etc… gracias a la señal de vídeo en «live streaming» ofrecida por la Canina Finlandesa con el patrocinio de Royal Canin.
Este tipo de retransmisiones se han vuelto ya imprescindibles, pues son muchos los que se quedan en casa y quieren seguir lo que sucede en cada momento. Ojalá alguien llegue a dar el paso siguiente y al estilo de Westminster sea posible también seguir lo que sucede en cada uno de los rings de razas. No tardaremos en verlo, seguro.
La realización de las retransmisiones de este año no ha sido tan buena como lo que nos acostumbraban en años anteriores. La elección de planos y el número de cámaras disponibles, así como su disposición dejaban bastante que desear, pero igualmente se agradece poder presenciar este espectáculo desde la comodidad del sofá de casa.
En cuanto a las finales, en general han sido un poco sosas, faltas de ritmo, pero esto ha sido mucho más evidente en la ceremonia del BIS.
El cambio de bandera no ha podido ser más frío, con un simple vídeo mostrando las excelencias de Italia y de Milan, pero que el realizador no ha sido capaz de enfocar o meter por otra línea, igual que ha sucedido con el vídeo de presentación del Juez del BIS, Hans Lehtinen.
Sin duda, todo esto ha quedado salvado por la grandísima calidad de los ejemplares que se han podido ver en el Ring Central. De hecho, los diez perros presentes en el line-up final del Best In Show eran, sencillamente, impresionantes. Pudo haber algún otro, como el gran «Ricky» (Ch. Afterglow Maverick Sabre) el Caniche Gigante que ha asombrado al mundo en el último año y medio, pero es que en ese potente Grupo 9 había verdaderas maravillas, como el ganador final, el Maltés «Sacha» (Ch. Cinecittá Sacha Baron Cohen) de Franco Prosperi, presentado magistralmente, como siempre, por Javi Mendikote. También es verdad que «Ricky», con todo lo que es y todo lo que tiene, es menos Ricky sin Jason al otro lado de la correa… Cosas de la vida y de los negocios…
Nunca me ha gustado esa moda de sacar a los perros del ring cuando llega el momento de dar los nombres de los vencedores. Creo que se desmerece el espectáculo. EL ring queda vacío y los perros que no quedarán entre los dos, tres o cuatro puestos finales, según la Exposición y el país, pasan sus últimos minutos de Mundial, después de haber llegado hasta allí, en un cuarto trasero, rodeados de cajas o de bandejas de canapés… No es su sitio. Yo creo que es mucho más bonito que estén todos en el ring y compartan hasta el último segundo la emoción de una gran final, con lo que cuesta llegar hasta allí.
Además, se desmerece también el papel del juez, relegado a quedar de pie, esperando como un pasmarote hasta que el speaker de turno diga el nombre y luego entregar el trofeo, o simplemente dar la mano si hay una autoridad, patrocinador o político de turno a quien hayan cedido tal honor.
Prefiero el estilo anglosajón, en el que el juez se coloca en el centro de la pista y señala, nombra o se dirije hacia los ganadores. Si eso se combina con hacerlo al estilo «europeo», yendo de atrás hacia adelante, la emoción está servida… ¿Tan difícil es de entender o de ver así?
Pero claro, no se puede pedir que se de espectáculo cuando, una vez que los ganadores de grupo esperan tirados en el suelo detrás del escenario, hay que ver como Lena, la estupenda presentadora, va a cambiarse de traje para usar uno diferente con cada uno de los cuatro elegidos, mientras que una chica (no tanto) vestida de «tarta-escarapela» con una especie de Pekinés disecado en la cabeza, sale a dar una vueltita, saludando al respetable, para recoger un enorme cuadro con la escarapela enmarcada, mostrando al público la parte de atrás, de contrachapado blanco…
En fin, que no me ha gustado el BIS ni el desarrollo de las finales, demasiado rápidas, demasiado deslucidas y, al final, demasiado aburrida la proclamación de los cuatro mejores perros de la mejor Mundial de todos los tiempos. No hubo emoción. Faltó ángel.
Un ganador extraordinario
Sin duda Hans Lehtinen es uno de los jueces caninos más conocidos del mundo. Es todo un mito y poder compartir con él alguna cena y unas cuantas conversaciones es uno de esos privilegios con los que me quedaré para siempre.
Hoy ha tenido ante si un plantel de perros de primer nivel y, aunque muchos podían esperar alguna de sus genialidades o sorpresas, lo cierto es que los cuatro perros que han copado los puestos de honor eran los que estaban en todas las quinielas.
Desde el momento en el que el Bichón Maltés ganó el Grupo 9, las apuestas se centraban en él y en el Affenpinscher para repartirse el BIS y la Reserva. Cualquiera de los dos, y muchos de los otros, podía haber ganado sin problemas. Lo hizo el Affenpinscher, un ejemplar extraordinario, criado magistralmente en Holanda por Mieke Cooijmans y que actualmente sigue con su extraordinaria carrera por todo el mundo, con base en Indonesia. Nada que objetar. Lo asombroso de un perro así es que una raza que, en principio, no destaca por nada en especial, es pequeña y, como su nombre indica, tiene carita de mono, logre llenar un Ring Central y hacer que todo el mundo se quede con la boca abierta a su paso.
Ahora, mientras vienen otras citas, como la Exposición de Otoño en España o la Europea de Brno en Octubre, sólo nos queda esperar hasta el próximo mes de Junio de 2015 para tener la ocasión de vivir una nueva Mundial. Será en Milán y allí estaremos para contarlo.