Una gran ciudad que merece la pena visitar
Es tradicional y conocido el orgullo de los bilbaínos por su ciudad, orgullo que se contagia a toda Bizkaia al punto de convertirse en protagonista de chistes y chascarrillos como el que titula nuestro artículo. Pedir “un mapamundi de Bilbao” o decir aquello de que “los bilbaínos nacemos donde nos da la gana” resulta gracioso, pero en el fondo refleja una forma de ser y una idiosincrasia propia de una tierra que ha dado a España y al mundo grandes guerreros, conquistadores, exploradores, hombres de negocio, artistas y deportistas del más alto nivel. Durante muchos años, casi doscientos, Bilbao fue uno de los focos industriales y comerciales más importantes de nuestro país, centrado, fundamentalmente, en la industria pesada, los altos hornos y acerías y la construcción de barcos. Las últimas décadas del siglo XX tuvieron como pesada protagonista una larga agonía de parte de este tejido económico que fue languideciendo, dejando sólo como herencia el rastro permanente de grandes edificios, factorías, maquinaria que miraba, oxidada, como un viejo dinosaurio, como la ciudad parecía apagarse al mismo ritmo que su actividad. Pero el siglo XXI, lo que llevamos de él, ha supuesto un cambio tan radical para una ciudad como Bilbao que ha pasado de ser considerada una ciudad industrial y gris a convertirse en uno de los focos turísticos y culturales más destacados de España, llagando incluso a luchar de tu a tu con la eternamente hermosa San Sebastián, como sinónimo de ciudad elegante y bonita. Bilbao luce más orgullosa que nunca el haberse reinventado. Primero fue el Guggenheim, icono de la modernidad y convertido ya en símbolo de una ciudad y de su revolución, durante quince años comandada por Iñaki Azkuna, el gran alcalde fallecido hace apenas unos meses a causa de un cáncer. Pero ya no es sólo el fascinante museo, impresionante por el continente diseñado por Frank Gehry y por el contenido que alberga en su colección permanente y sus exposiciones temporales, sino que en los últimos tiempos se le han sumado nuevos bulevares, plazas, edificios singulares y equipamientos urbanos. El paseo de Abandoibarra, Alhóndiga Bilbao, la plaza Euskadi con la torre Iberdrola como nuevo icono de la ciudad (obra del argentino César Pelli) creador también de las Torres Petronas de Kuala Lumpur, el Palacio Euskalduna, el Bilbao Arena, el Nuevo San Mamés, el frontón Mirivilla, el tranvía, las estaciones de metro con sus bocanas diseñadas, nada menos, por Sir Norman Foster y un largo etc. que, sumados a los atractivos tradicionales, los viejos edificios y puentes, los paseos por la costa cercana, excursiones a Santurce, Getxo, etc… componen un plan perfecto para atraer a la ciudad a todos los aficionados cinófilos de España y Francia que aún no hayan tenido la ocasión de disfrutar de alguna de las exposiciones organizadas por la Sociedad Canina de Bizkaia. Bilbao es como un agujero, un “Botxo”, rodeado de montes y colinas y que durante años dio la espalda a una ría en la que vertían sus residuos las industrias y las alcantarillas del Gran Bilbao, con más de un millón de habitantes. Ahora, gracias a los planes iniciados a principios de los años ’80, Bilbao mira, puede que por primera vez, al Nervión y aunque ya no se oyen tantas sirenas ni acompaña el ruido de las grúas y de los trabajos del puerto, la ciudad se ha convertido en un lugar apasionante, que satisface al bilbaíno orgulloso y cautiva al visitante. Además de los nuevos atractivos arquitectónicos y culturales, Bilbao conserva muchos de sus antiguos atractivos, como el Palacio Chávarri, el Ayuntamiento, la Diputación Foral o los Teatros Arriaga y Campos Elíseos, todos ellos con una arquitectura que refleja el esplendor vivido por la ciudad en el siglo XIX y principios del XX. Notables son también las Casas de Ramón Sota, declaradas bien cultural y algunas singulares casonas pertenecientes, en su día, a las más importantes familias de navieros, industriales y banqueros de la ciudad, como el Palacio Olábarri o las Casas Arróspide y Montero. Merecen también una visita la Catedral de Santiago, la Basílica de Begoña, patrona de la ciudad o la Iglesia de San Antón, patrón de Bilbao.
La Exposición Canina de Bilbao
La Exposición Canina de Bilbao es, junto con Madrid y Barcelona, una de las tres más antiguas de nuestro país. Este año alcanzará las Bodas de Oro en cuanto a Ediciones Nacionales, quedando a las puertas en su Internacional nº 49. Este año, el lugar elegido para la celebración de la Exposición es el Fronton de la vecina localidad de Muskiz, más conocida por albergar la refinería de Petronor, situada apenas a unos metros de donde se celebrará la exposición, el fin de semana del 6 y 7 de Septiembre, apenas unos días después de finalizada la Semana Grande (Aste Nagusia) de Bilbao, la última de las Semanas festivas más importantes del País Vasco, que hacen que Agosto sea el mes «más interesante» del año en Euskadi… ¡Terrible!, como dirían los vascos. Para la ocasión, la Sociedad Canina de Bizkaia ha preparado un plantel de jueces variado, con figuras nacionales y extranjeras que, a buen seguro, atraerán la atención de los aficionados.
Información Práctica
Agenda SEPTIEMBRE (Hasta el día 4, la Selección USA de basket estará jugando en Bilbao)
MONOGRÁFICAS
El Sábado 6 de Septiembre, además, tendrán lugar las siguientes Monográficas:
– Monográfica Nacional (CAC) del Club Español de Galgo Afgano y Saluki (CEGAS)
– Monográfica «B» del Club Español del Yorkshire Terrier
– Monográfica «B» del Club del Crestado Chino
– Concurso Monográfico de Beaucerón
– Concurso Monográfico de American Staffordshire Terrier