Un año de música (1)

Cuando uno se pasa la vida escribiendo y hablando sobre perros, a veces necesita una cierta desintoxicación.

Estoy seguro de que a muchos de ustedes les pasa lo mismo, así que, recién empezado el 2014, he decidido tomarme esta sección a modo de terapia para, en ella, poder decir o hablar de aquellas cosas que, apeteciéndome, poco o nada tienen que ver con nuestros queridos amigos.

Muchos días, lo primero que hago cuando me siento frente al ordenador, es, mediante una asociación de ideas, hilar mis pensamientos del día con una o varias canciones, buscarlas en YouTube, Spotify o en iTunes, e ir haciendo mi propia banda sonora vital.

A veces, al buscar una canción al azar, relacionándola con una frase o con una palabra, uno descubre verdaderas joyas que desconocía. Otras, las más, vuelven a aparecer ante mi canciones que hacía tiempo que no escuchaba y que actúan como un pellizco emocional en el subconsciente.

Este año voy a intentar llevar a esta sección una canción cada día. Así, cuando llegue el 31 de Diciembre, los que no se hayan cansado de mi tendrán una banda sonora del año que será, cuando menos, singular.

Es más, les invito a todos a utilizar nuestros comentarios para añadir a mis sugerencias las suyas propias… ¿Quien sabe? igual nos da para hacer algún recopilatorio para vender en la teletienda a las 4 de la mañana, entre las plantillas mágicas, la baba de caracol y los peladores de patata.

 

Empezamos tarde

Como he empezado el 3 de Enero, este primer post llevará 3 canciones. Es posible que algún día, por razones que ahora ni siquiera acierto a imaginar, vuelva a poner más de una, pero la idea es «1 día = 1 canción». ¡Vamos allá!

 

1 de Enero

Es fácil. Para empezar el año, nada mejor que la magnífica «New Year’s Day» (Día de Año Nuevo) de la banda irlandesa U2.

Reconozco que estos chicos forman parte de mi propia historia musico-sentimental y que los he admirado profundamente, hasta la actual deriva de Bono, su líder, en esa especie de adalid de la cooperación internacional disfrazado de mamarracho. No le quito mérito al chico, pero esa sobreexposición y las dudas que algunas de sus campañas han despertado, me han llevado a ponerlo en entredicho, aunque para mi el músico no ofrezca duda alguna.

El «New Year’s Day» es del año 1983, casi de su primera época, antes de que dieran el pelotazo universal con el «Joshua Tree» y canciones como «With or Without You». Esos años eran todavía los del activismo político intenso en Irlanda, lejos de ser la cuna de multinacionales de la informática, y el problema norirlandés estaba en su punto más alto, enfrentados a la Thatcher en el Gobierno de Londres. Fue en 1983 cuando 38 presos del IRA se escaparon en masa de la prisión de Maze, en Belfast, o cuando asesinaron a seis personas e hirieron a un centenar a las puertas de los míticos almacenes Harrods de Londres.

Ya saben, todos tenemos los mismos propósitos cuando empieza el año y, como canta Bono en esta estupenda canción, «todo está tranquilo, un mundo en blanco se pone en marcha…»

New Year’s Day (U2)

 

2 de Enero

Pues eso, que el principio del año es siempre tiempo de CAMBIOS, de buenos propósitos, de colas para hacer la matrícula en el gimnasio o en la academia de inglés (o de alemán, que parece ser lo que se lleva ahora)

A eso precisamente cantaba uno de los raperos más míticos de la historia de la música norteamericana, Tupac Shakur, en su canción «Changes». Tupac se llamaba, en realidad, Tupac Amaru, en honor al revolucionario inca y es que su madre había sido una destacada militante de los Panteras Negras, llegando a estar encausada por su participación en diferentes acciones de dicho movimiento al que, según el cantante, también pertenecería su padre, aunque apenas tuvo contacto con él.

Con estos antecedentes no es de extrañar el talante del rapero y la intensidad de sus letras. En esta misma canción, «Changes», son constantes las alusiones al racismo y a la situación cotidiana a la que se enfrentan los negros en las zonas más deprimidas de las grandes urbes norteamericanas, las drogas, la brutalidad policial o las pandillas, todo ello muy presente en la vida del propio cantante. A lo largo de su vida, Tupac Shakur tuvo muchos devaneos con la Justicia, debido a su propensión para meterse en peleas y tiroteos, llegando a entrar en prisión en alguna ocasión o a verse herido de gravedad en otra. El 7 de Septiembre de 1996, después de asistir a un combate de Mike Tyson en Las Vegas, Tupac se vio envuelto en una nueva pelea en el hall de su hotel y apenas un par de horas más tarde recibiría 12 disparos cuando viajaba a bordo del coche de un amigo.

«Changes» apareció en un disco póstumo de Grandes Éxitos y pronto alcanzó los primeros puestos de listas de superventas en muchos países del mundo.

«Changes» (Tupac Shakur)

 

3 de Enero

John Lennon es una de mis debilidades personales. Por culpa de mis primos mayores me hice «Beatlemaníaco» desde muy crío y tuve, primero, todas las cintas de cassette de la banda de Liverpool, después casi todos los LP’s, luego los CD’s y ahora, los archivos de iTunes, ¡cómo no!

No pude ver nunca en directo a John, aunque si he tenido la ocasión de ver a Paul McCartney en directo en Londres y, lo reconozco, me pasé la mitad del concierto llorando de emoción. Se acaban de cumplir 30 años desde que Mark David Chapman asesinara a John a las puertas del Dakota, en pleno centro de Nueva York. Ahora tendría 70 tacos y, a buen seguro, formaría parte de ese geriátrico adorable de mitos que siguen activos, como los Rolling en pleno, Eric Clapton, Bob Dylan o el propio Paul.

Después de haber escuchado las quejas contra el racismo de Tupac, nada mejor que oír una de las canciones «no tan conocidas» de este genio que, a su virtuosismo artístico unía una personalidad fascinante. John fue siempre políticamente incorrecto, pero desde que se unió a la japonesa Yoko Ono, su iconoclastia se elevó a un grado superlativo y paso sus últimos doce o quince años tirando piedras contra el sistema establecido, en forma de maravillosas canciones.

Yoko fue la responsable de mucha de la madurez musical de John y, aunque se la anatemizó como causante de la separación de los Beatles, algo, cuando menos, más que cuestionable, algo debía tener la muchacha para que Lennon estuviera tan locamente enamorado de ella.

«Oh, Yoko!» es, básicamente, una declaración de amor, de un ser libre como John, ajeno a los tapujos y para quien cuestiones como el color de la piel o las creencias religiosas de otras personas eran algo totalmente intrascendente.

«Oh, Yoko!» (John Lennon)

 

Mañana, más…

 

 

 

 

 

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Zeen is a next generation WordPress theme. It’s powerful, beautifully designed and comes with everything you need to engage your visitors and increase conversions.

Más artículos
Bulldog Inglés: Holanda aprueba limitaciones