Está claro que los principales protagonistas de las Exposiciones Caninas son los perros, pero también es evidente que dichos perros, al menos por ahora, no son capaces de decidir si quieren ir o no a una exposición, de rellenar su inscripción, desplazarse hasta el recinto, etc, etc… por lo que, automáticamente, ese papel de protagonistas principales se vuelca sobre quienes tienen todas estas capacidades: los expositores.
Dentro de los expositores caninos se pueden distinguir distintos tipos:
– El criador: Suele aglutinar casi todos los roles que se pueden asumir dentro de la cinofilia. Es propietario, criador, expositor, handler y, en algunas ocasiones, incluso juez. Es el tipo de expositor más veterano, más implicado y con mayor experiencia y conocimientos.
– El expositor habitual: Puede ser un criador en ciernes o, simplemente, un propietario de perros que gusta de acudir a exposiciones con sus ejemplares y lo hace con cierta regularidad. Casi siempre experimenta una evolución, bien hasta convertirse en expositor o bien, según las circunstancias a las que se enfrente en su vida cotidiana, para terminar dejando esta afición.
– El expositor ocasional: Se trata de propietarios de perros que acuden a una o dos exposiciones al año, normalmente a las que se celebran más cerca de su casa, animados por el criador de sus perros, por algún amigo que está más metido en esto o por la curiosidad que ha podido despertar alguna exposición o concurso previo. La mayoría no pasan nunca de este estadío, pero los hay que terminan evolucionando hacia otros superiores (expositor habitual, criador)
– Expositor por poderes: Son los Handlers. Pueden ser verdaderos profesionales o amateurs con pretensiones de convertirse en profesionales. Según sea su calidad, su veteranía y su capacidad, pueden acudir a muchas exposiciones, con ejemplares de diferentes razas.
Dentro de cada una de estas categorías hay tantas tipologías como distintas personalidades y circunstancias se dan en la viña del Señor, pero todos tienen una cosa en común: van a exposiciones caninas con perros, de eso no cabe duda.
Origen y razón de las Exposiciones Caninas
En un artículo anterior contábamos la historia de Manolo y Marisa para reflejar la situación a la que se enfrenta el expositor medio, la persona normal que acude, con más o menos regularidad, a exposiciones caninas y cada vez le cuesta más trabajo encontrar una razón para hacerlo.
En su origen, las exposiciones caninas surgen como reuniones de aficionados a los perros que quieren mostrar el resultado de su trabajo como criadores y ofrecer a los demás el fruto del mismo para que, mediante la selección que supone comparar unos con otros y valorar sus cualidades, poder disponer de ejemplares de mayor calidad sobre los que basar la crianza.
Gracias a estas exposiciones, que seguían los criterios y formas de otras como las de ganado, las exposiciones hortícolas o de floricultura, las de aves de corral, etc… las razas van evolucionando, puliendo sus defectos e incidiendo en aquellas virtudes que las caracterizan.
En un primer momento se solía designar a un «jurado» compuesto por las personas consideradas de mayor conocimiento, quienes emitían sus juicios de viva voz, habida cuenta de lo reducido de estos certámenes iniciales.
Más adelante, al tiempo que surge la figura del Juez Canino, puesto al que se llega después de una demostrada carrera como criador, especialmente y expositor canino, los clubs y asociaciones, especialmente en Inglaterra, empiezan a recoger por escrito las críticas y opiniones de los jueces sobre los mejores ejemplares de cada raza, para poder dar así al aficionado una base de conocimiento sobre la que fundamentar sus decisiones de compra, uso de sementales, etc… incluso en el caso de que no hubiera estado presente en la exposición en cuestión.
Por tanto, los rapport por escrito de los perros se convierten en la plasmación evidente de la opinión de los jueces acerca de los diferentes ejemplares, dando así un sentido a la razón original de los certámenes morfológicos.
Las Exposiciones actuales
Hoy en día las Exposiciones Caninas se han desvirtuado un poco y ya no son tanto el punto en el que los criadores exponen los frutos de su trabajo para que los demás y ellos mismos puedan tomar sus opciones a la hora de seguir seleccionando las razas, como un pasatiempo, un espectáculo, una actividad de ocio de la sociedad moderna.
Los medios de comunicación inmediatos y las fuentes de conocimiento al alcance de cualquiera, casi de forma universal, hacen que sea mucho más fácil compartir con los aficionados, donde quiera que estén, el fruto de la crianza y la calidad de los ejemplares que componen la cabaña de cada criador.
Aún así, las exposiciones siguen siendo un punto de encuentro para los aficionados más concienciados y muchos de ellos quieren encontrar allí la razón o el espaldarazo que acompañe sus esfuerzos, o el consejo y la rectificación cuando estén actuando de manera equivocada.
Ese papel sigue siendo desempeñado por los jueces que son los únicos con la capacitación para poder calificar a sus perros.
Por esa razón, los Rapport escritos siguen siendo de mucha utilidad. En la mayoría de países europeos se siguen dando a todos los perros participantes en una exposición, no sólo a los ganadores de clase, como en el Reino Unido. De hecho, muchas veces se pide que se enfatice y explique aún más cuando se da una calificación negativa a un perro que una positiva. Un perro excelente poco más necesita por que sea dicho de él, en cambio, cuando se da un grado de calificación que implica la presencia de una falta, sea o no permanente, o un defecto, especialmente si es descalificatorio, se espera de el juez que lo justifique suficientemente en su crítica, para que los interesados puedan tomar nota.
El rapport es la única forma que un aficionado o expositor tiene para conocer de forma efectiva la opinión del juez y, de esa manera, hacerse una idea de sus criterios (sean o no compartidos) y encontrar una razón a los juicios emitidos. Además, gracias a un rapport, es posible que un expositor, especialmente en el caso de los noveles, aprenda cosas que no había tenido en cuenta y pueda así tomar decisiones al respecto que le hagan evolucionar y mejorar.
¿Queremos rapports?
Después de nuestro artículo sobre Manolo y Marisa, los famosos Pérez, hemos pulsado en las Redes Sociales la opinión de muchos expositores que echan de menos los rapport escritos.
En nuestro país ya no se dan en casi ninguna exposición (Málaga será una de las excepciones este año) salvo en las Monográficas de los Clubs de Raza. El rapport está contemplado en el Reglamento de Exposiciones, haciéndose notar que el número de perros a juzgar por día debe ser menor si se dan rapports escritos. Es posible que, aunque no fuera una medida obligatoria o reglamentada, si una gran mayoría de los expositores caninos piden que se vuelvan a dar rapports en nuestras exposiciones, de manera formal, a la RSCE, ésta sugiera a las distintas Sociedades Caninas que asuman dicha petición.
Por eso, hemos puesto en marcha una recogida de firmas virtual a través de Change.org para poder calibrar si efectivamente, este anhelo de los expositores es real o no pasa de ser el deseo de unos pocos.
Los interesados pueden utilizar el siguiente enlace para firmar la petición: QUEREMOS RAPPORTS EN LAS EXPOSICIONES